En los últimos meses, hemos vivido momentos muy difíciles a nivel mundial. La pandemia de COVID-19 nos llevó a transformar nuestra vida, rutina y dinámica en todos los sentidos, teniendo que encontrar o desarrollar nuevas formas para continuar avanzando en el ámbito económico, laboral, social y personal.
La incertidumbre sobre el presente y futuro llevó a un punto de inestabilidad a todos los sectores. Con la llegada y distribución de las vacunas y la reactivación económica y de actividades en todo el mundo, ponen sobre la mesa un tema importante: ¿cómo recuperarse de esta etapa y todas las afectaciones que ha dejado?
Una de las claves para poder avanzar en este camino es la creación de alianzas estratégicas. Éstas se definen como la unión entre dos o más empresas, organizaciones, instituciones o gobiernos que suman esfuerzos para desarrollar un proyecto o negocio. El objetivo de crear alianzas estratégicas es reducir los riesgos, compartir costos y labores, pero también los beneficios obtenidos.
A través de las alianzas estratégicas, las empresas participantes pueden mantener autonomía en sus procesos administrativos y en sus negocios. Y para que éstas se den, es necesario que los participantes tengan intereses y objetivos en común, además de metas compartidas.
Alianzas estratégicas en emprendimientos
En el caso de los emprendimientos o empresas pequeñas, hay distintos tipos de alianzas estratégicas que pueden traer grandes ventajas. Entre ellas están:
- Asociación flexible: Es un tipo de alianza en el que no se forma una nueva empresa ni se transfieren acciones de una a otra. La unión se da de forma transitoria con el fin de atender una necesidad del mercado de forma temporal.
- Join Venture: Es una alianza de riesgo compartido, en la cual dos o más proyectos se unen para crear una nueva empresa. En este modelo, pensado de mediano a largo plazo, se unen conocimientos, aptitudes y recursos, y se comparten ganancias y riesgos.
- Franquicias: A través de un contrato, una empresa que funciona como franquiciador le transmite a otra, que será el franquiciado, su esquema de trabajo, modelo de negocios y apoyo continuo para impulsar la franquicia. Todo esto, a cambio de una cantidad de dinero.
- Venture Capital: En este esquema, una empresa participa, sólo de forma temporal, como accionista de otro negocio en el que ve un alto potencial de desarrollo y crecimiento. También se conoce como inversión en capital de riesgo.
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Por supuesto, las alianzas estratégicas también pueden ser muy útiles en emprendimientos sociales. A través del apoyo de otras empresas, instituciones o gobiernos, un proyecto social puede alcanzar resultados de alto impacto y a largo plazo en beneficio de un grupo objetivo o comunidad.
Las alianzas estratégicas son necesarias, hoy más que nunca, para retomar o reforzar proyectos productivos que buscan transformar la realidad de millones de personas que resultaron afectadas en su economía, empleo, desarrollo y calidad de vida a raíz de la pandemia.
Pero también, para continuar con proyectos que centran sus esfuerzos en acciones para transformar nuestro planeta, como el cuidado de los ecosistemas, el combate al calentamiento global, la inclusión de grupos vulnerables y muchas otras grandes ideas que necesitan apoyo para seguir cambiando al mundo.
Este artículo fue publicado por CEMEX-Tec, lea el original aquí.
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