“Nosotros somos Chinampac y con nosotros el hambre tiene una fecha de caducidad”, es el lema del proyecto mexicano que lideraGiuseppe Rubulotta, estudiante de Ingeniería Mecánica del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, y su socio Arturo Rivas, biólogo de la UAM Xochimilco.
Con este proyecto buscan incentivar la producción y venta de tilapia y hortalizas en zonas urbanas, a través de invernaderos acuapónicos automatizados e impulsados por energía solar. El objetivo es ofrecer a las personas más vulnerables una opción alimenticia económica, nutritiva y sustentable.
Dicha iniciativa, está basada en la acuicultura simbiótica, la cual toma de referencia técnicas ancestrales como las chinampas. Para llevarla a cabo se necesita de un ecosistema controlado de microorganismos, los cuales se encargan de reducir la toxicidad del agua generada por los desechos de los peces, para que las plantas u hortalizas aprovechen en su crecimiento los nutrientes que resultan de este círculo virtuoso.
De acuerdo con los jóvenes, este formato ahorra alrededor de un 90% de agua y un 70% del espacio en la producción. Gracias al sistema de cero materiales químicos, pocos intermediarios y que la venta es directa al consumidor final, los productos tienen un alto control de calidad y se reducen significativamente los costos en comparación con otros puntos de venta.
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“Un porcentaje considerable de la población mexicana sufre de pobreza alimentaria y por consiguiente de desnutrición, de modo que, es importante desarrollar alternativas a largo plazo para que las personas generen sus propios alimentos y tengan fácil acceso a opciones saludables, que mejoren su calidad de vida”, expresó Giuseppe Rubulotta.
Asimismo, Chinampac es un proyecto que apuesta por la sustentabilidad y por el consumo local, mientras se respeta el equilibrio natural de los ecosistemas y se brindan soluciones que atiendan las necesidades de la Agenda 2030, como producción responsable, reducción de las desigualdades, hambre cero, entre otros.
Dentro de los planes a futuro, los estudiantes buscan inversionistas para inaugurar el primer local a finales de año y expandir sus productos a pueblos del sur de la capital hasta cubrir toda la metrópoli.
Por último, la iniciativa ha obtenido dos premios nacionales, uno otorgado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas como parte del Concurso Nacional de Emprendimiento 2022, donde ganaron el primer lugar, y el Reto Sprite 2023 de Fundación Azteca, donde alcanzaron la segunda posición.
Comunicado de prensa.