Por: Naciones Unidas México
Los precios mundiales de los alimentos aumentaron en diciembre por tercer mes consecutivo, ya que un fuerte repunte del aceite vegetal llevó al Índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (mejor conocida como FAO) a su nivel más alto en los últimos cinco años.
El Índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó un promedio de 181,7 puntos durante el mes de diciembre, lo que supone un incremento del 2,5 por ciento con respecto a noviembre y el nivel más alto desde diciembre de 2014.
Para el conjunto de 2019, el índice, que hace un seguimiento de la variación mensual de los precios de los productos alimentarios básicos en los mercados internacionales, alcanzó un promedio de 171,5 puntos, cerca de un 1,8 por ciento más que en 2018, pero todavía un 25 por ciento por debajo de su nivel máximo en 2011.
El índice de los precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó un 9,4 por ciento respecto a noviembre, subiendo por sexto mes consecutivo. El último repunte se debió una vez más a los precios del aceite de palma, impulsados tanto por una sólida demanda, en especial del sector del biodiesel, como por la inquietud por la escasez de suministros. A pesar del aumento de diciembre, que también afectó a los aceites de soja, girasol y colza, el subíndice de aceites vegetales había alcanzado en el curso de 2019 su promedio anual más bajo desde 2007.
El índice de precios del azúcar de la FAO aumentó un 4,8 por ciento desde noviembre. El incremento se debió en parte a la subida de los precios del petróleo, que animó a los ingenios azucareros brasileños a utilizar más caña de azúcar para producir etanol, lo que provocó una reducción de la disponibilidad de azúcar en el mercado mundial.
En diciembre, el índice de precios de los productos lácteos subió por su parte un 3,3 por ciento, liderado por los precios del queso, que aumentaron casi un 8 por ciento en medio de una menor disponibilidad para la exportación de la Unión Europea y Oceanía.
El índice de precios de los cereales de la FAO aumentó a su vez un 1,4 por ciento, impulsado sobre todo por los precios del trigo debido a la aceleración de la demanda de importaciones de China y los problemas logísticos en Francia a causa de las continuas protestas sociales en el país. Sin embargo, las cotizaciones de los precios del maíz y el arroz permanecieron en general estables.
El índice de precios de la carne de la FAO alcanzó un promedio de 191,6 puntos en diciembre, casi sin cambios con respecto a su valor revisado de noviembre. El subíndice terminó el año un 18 por ciento más alto que en diciembre de 2018, empujado por las cotizaciones de la carne de cerdo, gracias tanto a la demanda sostenida de importaciones de Asia como a la demanda interna previa a la celebración de las festividades natalicias en la Unión Europea y en Brasil.
El aumento de precios de los alimentos puede referirse a que los suelos, océanos, bosques, agua potable y biodiversidad están sufriendo un rápido proceso de degradación debido a procesos de sobreexplotación; es por esto que afecta de forma directa algunos Objetivos de Desarrollo sostenible, en este caso el principal afectado es el ODS 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, pues muchas personas se ven en la necesidad de no consumir algún tipo de alimento por su elevado precio.