De acuerdo con el diario británico The Guardian, Quorn se convertirá en la primera marca importante en introducir el etiquetado de carbono en sus productos.
En el caso de esta empresa, las nuevas etiquetas destinadas a ayudar a los consumidores a comprender el impacto ambiental de sus compras, comenzarán a aparecer en algunos productos a partir de junio y en toda la gama de Quorn para el próximo año.
Peter Harrison, director comercial de Quorn Foods, señaló que «se trata de dar a las personas la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre los alimentos que comen y el efecto que tiene en el clima de nuestro planeta, de la misma manera que la información nutricional está claramente etiquetada para ayudar a informar las decisiones sobre salud «.
La investigación de Carbon Trust en 2019 descubrió que dos tercios de los consumidores apoyan la idea de una etiqueta de carbono reconocible para demostrar que los productos se han hecho con el compromiso de medir y reducir su huella de carbono.
¿Qué son las etiquetas de huella de carbono?
Una etiqueta de huella de carbono indica en un producto de consumo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas en su fabricación, transporte y eliminación.
Actualmente esta información es esencial para los consumidores que desean reducir su huella ecológica y mitigar las consecuencias de la crisis climática.
Los productos varían en sus huellas de carbono y, por ello, la elección de uno u otro puede ser decisiva en su impacto en el cambio climático. Diversos expertos recomiendan incluso métodos para seguir una dieta saludable y baja en carbono.
Para qué pueden servir las etiquetas de huella de carbono
El etiquetado de los productos con información sobre su huella de carbono podría ayudar a consumidores y fabricantes a tomar mejores decisiones con el medio ambiente. Así lo señala un artículo de la revista Nature Climate Change. Los autores del informe, un equipo de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.), aseguran que incluso pequeños cambios en los hogares podrían reducir de forma significativa las emisiones de CO2. Si se generalizara un programa de etiquetado de carbono, indican, influiría en las decisiones de los consumidores y alentaría a las empresas a mejorar su eficiencia en toda la cadena de suministro.
Iniciativas destacadas
El primer sistema de etiquetado de carbono del mundo se puso en marcha en Reino Unido en 2006 por la ONG Carbon Trust.
Diversas marcas comerciales conocidas han incluido en su etiquetado la información de su huella de carbono suministrada por esta organización. Para mantenerla, Carbon Trust requiere que las empresas se comprometan a reducir sus emisiones de CO2 en los productos etiquetados o, de lo contrario, pierden el derecho a llevarla. Un panel independiente de expertos verifica el proceso de obtención de la información.
Tras esta iniciativa, otros sistemas de etiquetado similares se han puesto en marcha en el mundo: en 2007, la ONG canadiense Carbon Counted, en 2008, la ONG suiza Climatop y una iniciativa gubernamental japonesa, y en 2009 en Australia son algunas de ellas.
La cadena de supermercados estadounidense Wal-Mart anunció en 2009 un programa de etiquetado de carbono para sus productos. En España, EROSKI ha puesto en marcha la campaña «Reduce tu huella de CO2«.