La desigualdad reduce la movilidad social y “condena a los pobres durante generaciones”, asegura el relator especial de la ONU sobre pobreza que propone invertir en primera infancia y una renta básica para jóvenes.
Olivier De Schutter asegura que “es hora de acabar con el mito de que la desigualdad es un incentivo que anima a la gente a trabajar más”. Los hechos, dice en un informe, apuntan a lo contrario.
En países emergentes como Brasil, Colombia o Sudáfrica, los niños de los hogares con bajos ingresos tardan hasta nueve o incluso más generaciones en alcanzar la renta media de su país, dijo el relator especial sobre pobreza extrema y derechos humanos.
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«Los niños nacidos en familias pobres tienen menos acceso a la sanidad, a una vivienda digna, a una educación de calidad y al empleo que los de los hogares más acomodados», dijo De Schutter, que explicó que esto hace que tengan “más del triple de probabilidades de seguir siendo pobres a los 30 años que los que nunca fueron pobres».
“Cuando fetichizamos el mérito, estigmatizamos a las personas en situación de pobreza o con bajos ingresos, y las culpamos de su propia condición», dijo el relator.
De Shutter propone una serie de medidas para poner fin a estos ciclos: invertir en la primera infancia, promover la educación inclusiva, dar a los jóvenes una renta básica financiada a través de los impuestos de sucesiones y combatir la discriminación contra los pobres.
Con información de las Naciones Unidas.
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