De acuerdo con el informe sobre El estado del clima 2018 de la Organización Meteorológica Mundial publicado el pasado jueves, el impacto socioeconómico del cambio climático se está acelerando, ya que se constata que las concentraciones récord de gases de efecto invernadero en la atmósfera están acercando las temperaturas del planeta a niveles cada vez más peligrosos.
Esta aceleración es el motivo por el que el Secretario General de la ONU ha convocado este 23 de septiembre la Cumbre sobre el Clima.
“A los líderes les digo, no vengan con discursos, vengan con planes”, aseguró António Guterres en Nueva York. Entre las medidas concretas, pidió acelerar la transición de las fuentes de energía basadas en combustibles fósiles a las renovables.
Por su parte, la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa, también recordó en una reunión sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible, que se celebra este jueves y en la que participan líderes de 146 países, que ademástodos tenemos un papel individual que representar en la lucha contra el cambio climático.
Indicadores sin precedentes
El reporte sobre el estado del clima, que este año cumple el 25 aniversario de su primera edición, destaca entre las evidencias del cambio climático el aumento récord del nivel del mar, así como las temperaturas excepcionalmente altas tanto en tierra como en los océanos de los últimos cuatro años, lo que está coincidiendo con los niveles máximos de los gases de efecto invernadero.
Esta tendencia al calentamiento se inició a principios de siglo y se prevé que continúe”, concluyen los científicos.
“Desde que se publicara por primera vez, la climatología ha alcanzado un grado de robustez sin precedentes, y ha proporcionado pruebas fehacientes del aumento de la temperatura mundial y de circunstancias conexas, como el aumento acelerado del nivel del mar, la reducción de los hielos marinos, el retroceso de los glaciares y fenómenos extremos, tales como las olas de calor”, explicó Petteri Taalas, secretario general de la citada Organización al presentar el informe.
Estos indicadores climáticos se están haciendo más pronunciados: los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, que eran de 357 partes por millón cuando se lanzó el primer informe en 1993, han crecido hasta las 405,5 partes por millón en 2017. Se espera un mayor incremento durante 2018 y 2019.
Las condiciones atmosféricas extremas han continuado en los primeros meses de 2019, con el caso más reciente del ciclón Idai, que ha causado inundaciones devastadoras y trágicas pérdidas de vida en Mozambique, Zimbabwe y Malawi, lo que le convierte en el desastre climático más mortífero del hemisferio sur.
“Idai llegó a tierra en la ciudad de Beira (Mozambique): una ciudad en rápido crecimiento, situada a baja altitud en un litoral vulnerable a las mareas de tempestad y que ya está sufriendo las consecuencias de la elevación del nivel del mar”, declaró Taala.
El responsable de la OMM añadió que “las víctimas del Idai encarnan las razones por las que necesitamos una agenda mundial” para la adaptación al cambio climático y la reducción de sus riesgos.
El comienzo de 2019 no abriga muchas esperanzas. Además del desastre del Idai en África, Europa también ha registrado a diario temperaturas que han marcado nuevos registros máximos, mientras un frío inusual ha golpeado América del Norte y las olas de calor han azotado Australia. También las capas de hielo ártica y antártica se han aproximado a mínimos de récord.
Guterres a los líderes mundiales: actúen
Como viene insistiendo desde hace meses y repitió este jueves ante los líderes reunidos en la Asamblea General y ante la prensa, el Secretario General de la ONU señaló que todas estas evidencias ponen de manifiesto la necesidad de actuar rápidamente y de hacerlo a través de medidas concretas.
Se trata de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% durante la próxima década y en su totalidad en 2050, porque es, como ha recordado, lo que la ciencia estima necesario.
Entre las medidas que se necesitan, Guterres propone dejar de subsidiar los combustibles fósiles, que causan la emisión de los gases de efecto invernadero, e inviertan en fuentes de energía renovables.
“En los próximos años se verá una gran inversión en infraestructura en todo el mundo. Debemos asegurarnos de que esta sea sostenible y respetuosa con el clima”, declaró.
Hay un claro vínculo entre el cambio climático y la seguridad.
Preguntado sobre qué tiene tiene que decir a Estados Unidos, el país más afectado en términos económicos el año pasado por el calentamiento global pero cuyo actual Gobierno es reacio a afrontarlo, Guterres afirmó que el mensaje es claro: “El cambio climático tiene un impacto mundial, pero el impacto negativo en algunas regiones, en concreto en Estados Unidos es substancial y será cada vez más mayor a menos que seamos capaces de revertir esa tendencia internacionalmente”.
Con respecto a una cuestión sobre los movimientos migrantes en América Central y del Sur, el Secretario General dijo que “hay un claro vínculo entre el cambio climático y la seguridad”.
Con información de Naciones Unidas