En conmemoración del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2021, que tiene lugar el 17 de junio, el planeta enfrenta uno de los retos más apremiantes: la restauración de las tierras degradadas lo que contribuye a la resiliencia económica, a la creación de empleo, al aumento de los ingresos y a una mayor seguridad alimentaria, así como a la recuperar la biodiversidad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalla que esto permitiría capturar el carbono atmosférico que calienta la tierra, disminuyendo así el efecto del cambio climático, lo que favorece a una recuperación verde de la pandemia de Covid-19, ya que la restauración de los paisajes naturales reduce el contacto directo entre la vida silvestre y los asentamientos humanos, creando una barrera natural contra las zoonosis (enfermedades de los animales que son transmitidas al hombre por contagio directo).
Transformación de las tierras degradadas en tierras sanas: día contra la Desertificación y la Sequía
La lucha contra la Desertificación y la Sequía de este año se centra en la transformación de las tierras degradadas en tierras sanas. De ahí su título: «Restauración. Tierras. Recuperación», que son parte de los compromisos actuales de más de un centenar de países que se concentran en la restauración de cerca de 800 millones de hectáreas -igual al tamaño de la superficie de China- a lo largo de los próximos 10 años, generando beneficios para las personas y el planeta.
Actualmente, México cuenta con 1,972,550 de kilómetros cuadrados, de los cuales únicamente 11.7% de la superficie total del país contiene tierra disponible para el cultivo. Esto quiere decir que, dentro de 10 años, y ante la urbanización de la población, se verán reducidos los espacios para producir cultivos, y se aumentará la demanda de alimentos.
“A través de la asistencia técnica y tecnológica para el campo, la capacitación en uso y manejo seguro de productos que hemos implementado en conjunto con asociaciones nacionales e internacionales, tales como la Asociación Nacional de Agricultura de Conservación (ANAC) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), hemos beneficiado a más de 800 mil agricultores y recuperado 1.4 millones de hectáreas de suelos degradados a través de técnicas de labranza reducida como parte de The Good Growth Plan, que contiene compromisos de sostenibilidad para contribuir a restaurar los sistemas agrícolas haciendo un uso más eficiente de los recursos”, dijo Javier Valdés, director general de Syngenta México y Latinoamérica Norte.
Puede interesarte: México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo
Hay que destacar que desde hace más de 20 años Syngenta se enfoca en proteger los cultivos, producir más y mejores alimentos, elevar el nivel de bienestar de las comunidades y maximizar la capacidad del suelo para la siembra de los principales cultivos de México y el mundo.
Asimismo, en conjunto con CIMMYT y la Facultad de Ciencias de la UNAM, a partir de 2021 Syngenta México es parte de LivinGro, el proyecto global más ambicioso en términos de sostenibilidad en la agricultura. En este proyecto, se evalúan los mecanismos para motivar la biodiversidad en el entorno agrícola, incorporado la salud y biodiversidad del suelo en los cultivos de maíz y trigo.
Comunicado de prensa
¿Tu organización es socialmente responsable y trabaja a favor de la sostenibilidad?